-

Ninguno de los dos habla. Con solo un par de miradas lo decimos todo. Me miras, te miro. Te acercas despacio hacia mí. ¿Y ahora qué hago yo? Estoy confusa, no sé qué hacer, no sé lo que siento.
Me giré, me di la vuelta. Justo en el mismo segundo me arrepentí. Ahora sí que no sabía qué hacer. No sé si hablar merecía la pena, pero estuve callada, creo que ya estaba todo dicho.
Me volví a girar. Estabas con la mirada bajada. Te levanté la cara, y nos miramos.
Y es que no sé lo que sé. ¿Es amor? No.